Los huertos urbanos de Malilla, en dos años de funcionamiento han generado una biodiversidad de nuevas especies de animales y flora, como consecuencias de la labranza de la tierra y el riego continuo, se ha creado un hábitat idóneo para el desarrollo de las aves, que obtienen su comida de los bichitos de la tierra cuando aramos y además tienen agua para refrescarse y beber.